Guarantinguetá (São Paulo) 27/09/1894 – Rio de Janeiro, 16/05/1940. Aprendió las primeras nociones de música con su padre, contrabajista de la Banda Mafra de Guarantinguetá (São Paulo). Durante dos años tocó el bombo en la Banda Feneficente y, después, estudió con el maestro Acosta, que lo llevaría a ser integrante, como trompetista, en la Banda Mafra. Más tarde fue invitado por el director del Colegio de São José, donde estudiaba, para reorganizar la banda de los alumnos. Entonces compondría su primera música, “Padre Frederico Gióia”, dedicada al director. Continuó los estudios en el Colegio São Joaquim, en Lorena (São Paulo) y, después, pasaría a Piquete (São Paulo), donde participó en una banda que se presentaba en las ciudades del valle de Paraíba. En una de esas presentaciones fue escuchado por el maestro y guitarrista Lafaiete Silva, que lo invitaría a ir para Rio de Janeiro, pasándolo a trabajar como trompetista en la orquesta que dirigía en el Cinema Ouvidor. Después de concluir un curso de trompeta, comenzó a actuar como trompetista y contrabajista en diversos teatros y cines cariocas, inclusive en la Orquestra Sinfônica do Teatro Municipal, bajo la dirección de Francisco Braga. En 1917, al lado de Pixinguinha, participó en el Grupo de Caxangá. En 1918, en Guaratinguetá (São Paulo), compuso el vals “Glória”, en homenaje a una joven de la que se enamoró. Más tarde, la música recibió versos de la poetisa Branca M. Coelho y fue grabada por Gastão Formenti en la Columbia, en 1931. En 1919, participó como compositor y director de armonía del desfile del rancho Ameno Resedá, volviéndose conocido entonces como compositor de marchas-rancho. Integrante de la Compañía Arruda, actuó en teatro de revistas, excursionando por Brasil con diversas orquestas y conjuntos. Viajó por Italia, Francia y España y, con la Compañía Jardel Jércolis, se presentó en ciudades portuguesas. En la década de 1930, como solista e integrante de orquesta de estudio, actuó en el Programa Casé, de la Rádio Philips. El 17 de octubre de 1931, grabó en la Victor, en solo de trompeta, el choro “Flamengo”, dedicado al barrio carioca donde residió. También, como trompetista, en 1932 pasó a actuar con el Grupo da Guarda Velha, continuando en el conjunto cuando se transformó en Diabos do Céu. En el Carnaval de 1934 obtuvo gran éxito con la marchinha “Carolina”, compuesta en parceria con Hervé Cordovil. Fue considerado uno de los mayores instrumentistas de soplo de su tiempo, al lado de Pixinguinha y Luiz Americano.