Daniela Mercuri de Almeida (nombre de bautismo) nació el 28 de julio de 1965, en Salvador de Bahia (Brasil). Hija de Liliana Mercuri de Almeida, asistenta social y Antônio Fernando Abreu Ferreira de Almeida, corredor inmobiliario. Daniela tiene cuatro hermanos: Tom, Cristiana, Vânia y Marcos. A los ocho años, en manos de la tia Ângela, en la Escola Ana Nery, Daniela daba los primeros pasos como bailarina. Por medio de la inquietud creativa de del movimiento generado por la danza, la música también se hizo presente en la vida de Daniela. A los 13 años, Daniela descubrió en la ducha su gran potencial para cantante. Su talento había sido descubierto y su destino trazado. Aún adolescente, Daniela y su hermana Vânia comenzaron a cantar en las noches de Salvador, presentando shows de voz y guitarra. Por haber nacido en uno de los periodos más ricos de la música brasileira, su adolescencia fue marcada por la presencia de grandes artistas baianos en la cultura nacional. Caetano Veloso, Gilberto Gil, Gal Costa y Maria Bethânia, antecedidos por João Gilberto, puntuaron para siempre la MPB. Daniela creció oyendo artistas geniales y eso influenció su gusto musical y estético, enriquecido aún por la música clásica a través de la danza. De los bares al estrellato hubo un salto. Daniela cantaba en trios elétricos durante siete horas seguidas. Fue backing de Gilberto Gil. Después de aventurarse cantando en trios elétricos y adquirir una valiosa experiencia en ese circuito, Daniela forma junto a Rudney Monteiro la Companhia Clic, una banda que hacía fusión de pop-rock y ritmos baianos. Después de dos discos y muchos shows -restringidos en Bahia- Daniela empieza la carrera en solitario, lanzando su primer disco para la grabadora independiente Eldorado, en 1991. Comenzaría entonces el fenómeno que luego conquistaría todo Brasil. En el año 1992, junto con la fuerza de los jóvenes Cara Pintadas, explota de norte a sur un nuevo fenómeno. Daniela Mercury da origen a un nuevo ritmo: el axé-music; aunque ella prefiere llamar samba-reggae. Daniela Mercury, la baiana despierta, se volvió conocida cuando grabó su segundo disco: "O canto da cidade". La canción -con el mismo título que el disco- no paraba de sonar. Los Cara pintadas en las calles y Daniela Mercury en las cajas de sonido. ¡Ella era ya un fenómeno! Y no podía ser de otra forma. Daniela no fue una moda de la época, como muchos apostaban. La artista se volvió la mayor vendedora de discos y el mayor caché para los shows en todo Brasil. Ningún otro artista conseguía reunir tanto público de norte a sul del país. Una media de 30 mil personas en cada show, un ritmo de cinco actuaciones por semana llevó el arte de Daniela y la fuerza de la nueva música baiana a millones de brasileiros que no se cansaban de acompañarla cantando "A cor dessa cidade sou eu, o canto dessa cidade é meu". Exigente, perfeccionista y osada, ella dedica un gran tiempo en la búsqueda de un concepto para cada disco. Con "Música de rua", lanzado con 500 mil copias vendidas anticipadamente, ella prueba que no se trataba de un éxito pasajero: consolida así su carrera en Brasil y conquista nuevos públicos en el exterior de Brasil. "Feijão com arroz" atrae nuevos récords y la admiración de una parte de crítica que, sobre el impacto de su éxito popular, no había percibido la consistencia musical de la artista. Ese disco lleva a Daniela a alcanzar éxito en países extranjeros en una dimensión inédita para un artista brasileiro, principalmente en Portugal, donde se vuelve a cantante de mayor venta de disco en la historia de aquél país. Sus músicas permanecen durante varios meses en primer lugar de las listas. Se vuelve artista del verano de 1998 en Francia, con más de 300 mil copias vendidas del CD y del single "Rapunzel". Atendiendo al deseo insistente de los fans, ella lanza "Elétrica", su primer disco grabado en directo, como el clima electrizante de sus shows. En el CD "Sol da liberdade", Daniela reafirma su pasión por el samba-reggae y tiene en Ilê Pérola Negra una de sus más bellas interpretaciones. "Sou de qualquer lugar", nuevo disco de la cantante, llamó la atención de una gran parte de la crítica y atrajo un nuevo público. Mucho más pop y menos axé, ella prueba que no sólo es la "Reina del Axé" y sí la "Reina de todos los estilos", pues en ese CD ella pasea con tranquilidad por varios ritmos, dejando así el título de cantante de axé y pasando al de cantante pop, pop para arrasar en cualquier lugar del mundo. Entre discos, premios y críticas, Daniela sonríe por las paredes con el éxito de toda su trayectoria. Ella peleó mucho por eso y mereció más que nadie llegar donde está. Toda esta fuerza y determinación sólo podría haber venido de una baiana guerrera y retadora como Daniela Mercury!