Page 24 - Revista Musicas do Brasil e mais - num.10

LOS OJOS

DEL

SAMBA-CANÇÃO

Por Nirton Venancio

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En 1960 Manuel Bandeira vio a la cantante Maysa en de quien era amigo. Pero nada superaba la belleza de
un programa de televisión, que le empezó a gustar por Maysa, la boca y aquellos ojos que lo perseguían en su
el nombre, “¡Maysa! parece un amanecer”, escribió en pequeño cuarto, “¡su expresión era tan conmovedora,
una crónica en la revista A Cigarra, en 1961. Fascina- expresión de amargura, la más intensa que jamás había
do con la voz que, según el poeta, más decía que canta- visto en la vida o en el arte!”.
ba, no consiguió dormir esa noche después de apagar
el televisor, “¿quién dijo que podía olvidar los ojos y la
boca de Maysa?”.
Como Maysa “continuaba” con él fuera del programa,
Manuel Bandeira decidió “aplicar a la obsesión el golpe
de catarsis”, hacer alguna cosa para poder ir a dormir.
Bandeira ya había ido a Pasárgada en 1930, donde “El artista tiene esa ventaja sobre el no artista: puede
la existencia era una aventura, montaba en bicicleta, deshacerse de las obsesiones, reduciéndolas a poema,
tuvo a la mujer que quería en la cama que escogió, y estatua, pintura o dibujo. Voy a hacer un poema sobre
se bañaba en el mar. Todo bajo los auspicios del rey, Maysa”, explicaba en la crónica lo que hablaba para sí

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